domingo, abril 23, 2006

El milagro no alcanzó
Por Horacio Gustavo Fernández
Dolorosamente para todos, la espectacular como extensa campaña deportiva del gladiador de Caleta Olivia, Jorge Fernando Castro (129-11-3, 89 KOs) llegó a su punto final el sábado 22 de abril, luego de ser noqueado en cuatro giros, por el pegador colombiano José LuisPanteraHerrera (14-1, 14 KOs).
Un colmado Luna Park –aproximadamente 12 mil espectadores-, presenció con expectativa y gran emotividad el regreso a los cuadriláteros de “Locomotora”, quien después de superar admirablemente un terrible accidente automovilístico, logró darse el gusto de volver a combatir profesionalmente, pero el milagro no le alcanzó y la contundente derrota ante “La Pantera” colombiana, sentenció su retiro del pugilismo.
La reaparición boxística de Castro (81,100 Kilogramos), después de lo sufrido, abrió un mar de dudas y una incógnita resonante, ¿Cómo será la respuesta física del “Roña” en la pelea?
Los cuatro segmentos que duró el enfrentamiento resolvieron el enigma, mostrando a un sureño frágil, lleno de coraje, que dejó el corazón, pero sin armas realmente peligrosas para luchar de igual a igual con un joven Herrera (80,750), decidido a atacar y muy potente.
En un asalto inicial vibrante, Castro comenzó mejor, muy serio en su labor, acorralando a su rival y llegando con envíos al cuerpo sobre el moreno, que sin atemorizarse demostró no ser lo que se llama en el ambiente del boxeo, “un paquete”.
El oriundo de San Onofre, aprovechó su mayor talla y mejor movilidad para torcer el desarrollo a su favor y castigar con fuertes derechazos la débil defensa del local. La segunda vuelta mostró a un Castro arriesgado, que conoció la potencia de su adversario. Entonces decidió buscar la definición por la vía rápida, pero a pesar del esfuerzo y la exigencia al máximo de su brazo derecho, el cual no se encontraba en las mejores condiciones, no pudo lograrlo.
El tercer round anticipó el amargo desenlace, ya que después de varios cruces que en su mayoría dejaban mal parado al santacruceño, un preciso lanzamiento de Herrera hizo arrodillar a Castro que recibió con impotencia la cuenta de protección. En el comienzo del cuarto episodio, el dramatismo invadió las almas de todos los asistentes, cuando el “Roña” cayó violentamente sobre el tapiz, golpeándose la cabeza en la caída, tras recibir un tremendo y fulminante derechazo largo del colombiano.
Perfectamente, el arbitro Fernando Peyrous no le realizó cuenta alguna y sin dudarlo protegió al ídolo, al decretar el final y pidiendo inmediatamente por la presencia de los médicos de turno. Por suerte, luego de unos interminables minutos el Maradona del boxeo se recompuso y recibió una emotiva ovación del público, que lo vitoreó a pesar de la derrota.