CASTRO APABULLÓ A VILLALBA Y PIENSA EN EL TÍTULO ARGENTINO
El estilo pugilístico de Víctor Hugo Castro (62,950 Kg) inició un romance con la admiración del público presente en la Federación Argentina de Box. La impecable defensa y destreza técnica del santafesino desbordaron y castigaron severamente a Ariel Oscar Sebastián Villalba (63,250 Kg). Cuando sólo faltaba un soplido para desmoronar al santiagueño, su rincón arrojó la toalla en la quinta vuelta.
Sorprendió ver a Villalba descargar su potencia en la agazapada figura del santafesino. Sin embargo, enseguida, Castro impuso sus raudas combinaciones. El dirigido por Carlos Tello agudizó su ofensiva en las zonas bajas disminuyendo la respiración de Villalba.
El santiagueño estuvo, en el segundo round, cerca del abismo. Dos ascendentes de Castro dejaron sentido a su oponente.
Para el siguiente asalto, la presión ejercida por Castro dificultó la movilidad de Villalba, que se transformó en un blanco fijo y vulnerable.
Ante la pasividad del santiagueño, que sangraba en sus fosas nasales, el árbitro Raúl Ilvento le realizó la cuenta de protección. Fusilado y agonizando, el rincón de Villalba se apiadó de su entrenado y lanzó la toalla al 1´47´´ del quinto round.
Castro que elevó su récord de invicto a trece triunfos, seis de ellos antes del límite, piensa en desafiar antes de finalizar el año a Carlos Wilfredo Vilches.
E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
TAPIA AFIRMA SU CARRERA AL VENCER A ISASMENDI
Claudio Rosendo Tapia (56,700 Kg) y Gastón Sebastián Isasmendi (58,150 Kg) brindaron un semifondo equitativo, en donde extrañamente el estallido de la pelea conjugó con la falta de efectividad. Durante los primeros segmentos, el santiagueño fue el protagonista, pero Tapia le pagó con el mismo método para superarlo: velocidad de piernas y esgrima. A esto le sumó un poco de certeza y convenció a los jurados que lo proclamaron vencedor, en veredicto unánime.
Los desplazamientos ligeros de Isasmendi desbordaron al mendocino. “El Turco” insistió con el usual uno-dos. En la segunda vuelta usufructuó una desinteligencia de Tapia para acertar dos rectos en punta.
Con el tiempo y espacio prevaleció el santiagueño, mas cuando el antagonista lo presionó en el achique, el pleito cambió de dueño.
Al promediar el tercer asalto, Isasmendi titubeó en ataque y no pudo eludir las arremetidas del mendocino. Posteriormente, fue encerrado en el rincón y lo salvó la carencia de contundencia de Tapia.
“El Turco” salió ansioso por acometer al mendocino. Esa excitación, sin embargo, le jugó en contra. Sus golpes se extienden por el aire. Los roles se invirtieron. Tapia es quién recorre el ring y cabecea ante los puñetazos del rival. También utiliza las réplicas como herramienta ofensiva.
Luego la pelea se ensució con los roces de cabezas. Ante el desorden, Tapia fue apenas más efectivo que Isasmendi. Los jurados Ernesto Misray (57-58), Carlos Scarilli (57,5- 58,5) y Aldo Fernández (57,5- 59) se expresaron favorablemente al mendocino.
En las preliminares, encuadradas a cuatro round, el porteño Oscar Toscano se impuso en las tarjetas, por fallo unánime, al mendocino Ariel Ricardo Elías.
Fue una pelea pareja y trabada, en la cual ambos carecieron de sustento físico para explotar sus técnicas. La lucha se planteó en la media distancia y allí, dominó Toscano. Los jueces José Del Viso (40-38), Héctor Primerano (38,5- 38) y Arturo Villegas (39- 38,5) declararon ganador a Toscano.E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
"HAY QUE SEGUIR LUCHANDO"
Manifestó El Turco, en un mano a mano, tras escuchar el veredicto que lo dio perdedor.
Lejos de los flashes fotográficos, de los micrófonos y grabadores, Gastón Sebastián Isasmendi –acostumbrado al éxito- mastica por segunda ocasión en su trayectoria el amargo sabor a la derrota. Ante nuestro grabador, sus declaraciones retumban en el espacioso vestuario de la Federación Argentina de Box. “Fue una pelea ajustada. Muy rara y sucia, porque ha habido muchos roces de cabezas”, opinó “El Turco”, en plena soledad.
“En la corta distancia trabajó bien Tapia, pero los golpes más claros los he dado yo”, manifestó el santiagueño, que añadió: “Trabajé desde afuera. Buscando distancia. Distinto a otras peleas que no me dejaba encimar tanto. No sé qué me ha pasado. A lo mejor, por la última victoria por nocaut, me he confiado”.
Sobre el fallo que proclamó ganador a Claudio Tapia, expresó: “El fallo ya está dado. Para qué voy a acotar sobre algo que está consumado. Los jueces han visto ganador a Tapia y lo felicito”.
“Me voy tranquilo a casa, porque me he preparado bien para esta pelea. Siempre doy todo lo que tengo. Si hoy no ha sido suficiente, lo siento mucho por la gente y le pido mil disculpas”, afirmó con semblante adusto.
Isasmendi se sentó en una camilla y afirmó: “Ahora vamos a hablar con el promotor (Johnny Sosa) y ver que pasa. Si piensa que no va más,... bueno, no va más”. Enseguida aclaró que “No creo que me dé la espalda, porque haya perdido. En la vida se pierde y se gana. No soy perfecto, como cualquier ser humano. Hoy me ha tocado perder y le pongo el pecho a esto. Pienso seguir adelante, entrenando y peleando”.
“Un resbalón, como dice mi viejo, no es caída. Y no me siento caído. Estoy preparado para pelear con cualquiera. Así como he perdido hoy, a lo mejor mañana gane. Así son las cosas”, aseguró.
Asombra la retirada de este muchacho, que se presentaba como una de las figuras de la noche y se marcha en silencio. Pero Isasmendi sabe que de éstos golpes “se aprende” y confía en su capacidad para asimilar este tropezón y reivindicar su carrera.E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
ÁBALOS SUPERÓ UN OBSTÁCULO COMPLICADO
Claudio Ariel Abalos (70,300 Kg) vivió una de sus noches más intrincadas de su precoz carrera, puesto que lidió ante uno de los planteamientos técnicos más dificultosos para el hombre de Florencio Varela: un zurdo, representado en el bonaerense Lucas Damián Molina (69,650 Kg). No obstante, el pupilo de Daniel Saucedo se repuso de un comienzo irregular y fue el triunfador, por puntos, en decisión unánime, de un enfrentamiento explosivo. Además, mantuvo su condición de imbatible en tres pleitos profesionales.
Molina fue el dominador nato de la primera vuelta. Se adueñó del centro del ring y con el tradicional uno-dos, abortó los intentos del bonaerense.
Todo cambió en el segundo lapso. Abalos afirmó su ataque y trabajó con su jab derecho. Acertó dos ascendentes que aumentaron la algarabía de la popular. Sin embargo, su guardia –por momentos- baja fue un resquicio por el cual se filtraron réplicas de Molina. Sobre todo el cross izquierdo.
El intercambio de golpes en la media distancia se sucedió reiteradamente. Los pómulos de Molina se inflaron levemente en el tercer segmento.
En un momento, Abalos se soltó y mostró su capacidad. Al mejor estilo olímpico, embistió con derecha en punta y profundizó con su otra mano.
El entrenado por Saucedo aprovechó el mal sentido de ubicación de Molina para arremeterlo con un derechazo a la quijada y zurdazo al rostro.
El nivel de Molina decayó. Más aun después que un accidental impacto de cabeza lo hirió en su pómulo izquierdo, que requirió la observación del médico del combate. Impulsado por su propia hinchada intentó remontar la situación, pero ya era tarde. Los jueces Edgardo Colutti (40-37,5), Aldo Fernández (40-36,5) y Enrique Mataza (40-37) proclamaron ganador al invicto Abalos, que tiene entre sus metas consolidarse en el profesionalismo y alcanzar a combatir como fondista, para antes de fin de año.
E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
"LOS BOXEADORES ZURDOS ME COMPLICAN"
Reconoció, tras un analisis de su triunfo ante Molina.
Claudio Ariel Abalos (70,300 Kg) superó a una de sus debilidades: un boxeador de guardia izquierda como Lucas Molina. Tras conocer el veredicto que unánimemente lo anunció ganador, “El Chino” descendió del cuadrilátero y nos invitó a compartir la intimidad de su camarín.
Mientras Abalos se duchaba, su entrenador, Daniel Saucedo esbozó: “Cuando uno está acostumbrado a pelear con derechos y te toca enfrentar a un zurdo, un boxeador sale para el lado equivocado. Es decir, escapa para el lado que tendría que salir ante un derecho. Entonces siempre va a recibir el contraataque de un izquierdo”.
Al diálogo se sumó la voz del protagonista, Ariel Abalos, que opinó: “Los boxeadores zurdos me complican, porque estoy acostumbrado a pelear con derechos. Tengo variedad de técnicas para derechos, no para izquierdos”.
El muchacho de Florencio Varela aun tenía su mente en su victoria ante Molina. “Qué mal que estuve en el primer round. Pensaba: ¿qué estoy haciendo, éste no soy yo?. No me salía nada”, confesó con su hablar campechano.
“Después me tranquilicé y pude llevar bien la pelea”, dijo el invicto en tres presentaciones profesionales. “La resolviste bien”, agregó su DT.
“Me ayudó el trabajo que hice con los ganchos y la mano adelante en punta”, reflexionó el bonaerense.
Sobre el encuentro de cabezas que tuvo con Molina, arguyó: “Me agaché y quise hacer cintura y él me tiró el jab acompañado por su cabeza y me chocó”. Abalos detalla su explicación repitiendo corporalmente la maniobra y provoca la risa de los presentes a causa que el grabador no capta su esfuerzo por aclarar el hecho.
“Mi pelea número tres es como si fuera la primera, porque las otras dos las gané fácilmente”, reconoció Ariel, que fue interrumpido por Saucedo; “Tiene que trabajar para pelear todos los rounds, porque el nocaut es un accidente. Si viene, mejor”.
Su pupilo acotó: “Estoy muy bien entrenado y no estoy cansado”. Enseguida realizó una autocrítica: “Cuando retrocedo automáticamente bajo la guardia y por allí me comí el cross. Esto lo tengo que practicar: subir la mano para bloquear los cruzados”.
Sobre el entredicho que tuvo con Molina en el ring, manifestó: “No hay rivalidad. Esto es un deporte. Recién hablé con Molina y quiere que vaya a pelear a su pueblo... -entre risas- Ni que me paguen mil dólares voy a ir”.
No se barajan posibles rivales a futuro para Abalos, aunque se espera que en treinta días vuelva a combatir. “Lo estamos perfilando. Creo que hará tres o cuatro peleas más de acá a fin de año. Para el año próximo vamos a trabajarlo para que sea fondista”, aseveró Saucedo.
Aguardando el inicio de la pelea estelar, entre Victor Castro y Ariel Villalba, el diálogo se extendió en el tiempo. Una vez, vestido Abalos, juntos, compartiendo anécdotas retornamos al ring side. Allí nos dividimos. Nosotros continuamos nuestra labor y Abalos, acompañado por Marcelo Saucedo, se despidió con un apretón de manos y un “Hasta luego”.
E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
UN FALLO INJUSTO LE IMPIDIÓ CELEBRAR A SANABRIA
Francisco Humberto Sanabria (66,600 Kg) y el mendocino Marcos Federico Sara (65,950 Kg) fueron los encargados de inaugurar el festival desarrollado en la Federación Argentina de Box (FAB). El pupilo de Daniel Saucedo dominó los primeros segmentos de la contienda, pero le faltó resto físico para liquidar el pleito. El juez Aldo Fernández (39,5- 37,5) falló a favor de Sanabria, más sus pares Edgardo Colutti (38,5- 38,5) y Ramón Serdán (38-38) coincidieron en determinar empate, que fue la resolución definitiva.
Apenas sonó la campana, Sanabria dejó en la lona a Sara, mediante un cross izquierdo. Tras la recuperación del mendocino, buscó disminuir el aire de Sara.
El mendocino estiró sus brazos para alejar al rival. Sanabria impuso el ritmo y la emotividad. El bonaerense permitió realizar su labor a Sara, pero cada vez que apuraba, el mendocino sufría.
Sanabria se ahogó físicamente y no pudo concluir la pelea en las ocasiones que tuvo a su merced a Sara. Sin embargo, un veredicto injusto impidió festejar a Sanabria.
E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
"SÓLO PIDO QUE ME SALGAN PELEAS"
Solicitó Sanabria, después de derrotar a Sara.
Sereno y moderado se veía a Francisco Humberto Sanabria en los camarines de Castro Barros 75. No estaba molesto por el fallo dividido que determinó el empate ante Marcos Sara. “Fue una linda pelea. Pensé que lo sacaba antes del tercer round, pero no se me dio”, declaró el representante de Florencio Varela.
“No me ahogué en ningún momento –dijo Sanabria -. En el tercero, sentí un cabezazo que me nubló la visión y prácticamente me hizo agua toda la vuelta”.
Su larga inactividad, casi un año sin ascender al cuadrilátero, “se debe a los manejos que hay. No se dan peleas o se caen a último momento. Necesito pelear, porque sino la experiencia no llega nunca”.
El hombre surgido del gimnasio de Daniel Saucedo no tiene mánager, a causa de que “No me conoce nadie. Recién estoy saliendo. Pienso que va a llegar alguien que me va a apoyar”.
“Hay que seguir trabajando”, repitió Sanabria, un obrero del gimnasio, que sólo pide que: “Salgan peleas más seguido”.
E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
El estilo pugilístico de Víctor Hugo Castro (62,950 Kg) inició un romance con la admiración del público presente en la Federación Argentina de Box. La impecable defensa y destreza técnica del santafesino desbordaron y castigaron severamente a Ariel Oscar Sebastián Villalba (63,250 Kg). Cuando sólo faltaba un soplido para desmoronar al santiagueño, su rincón arrojó la toalla en la quinta vuelta.
Sorprendió ver a Villalba descargar su potencia en la agazapada figura del santafesino. Sin embargo, enseguida, Castro impuso sus raudas combinaciones. El dirigido por Carlos Tello agudizó su ofensiva en las zonas bajas disminuyendo la respiración de Villalba.
El santiagueño estuvo, en el segundo round, cerca del abismo. Dos ascendentes de Castro dejaron sentido a su oponente.
Para el siguiente asalto, la presión ejercida por Castro dificultó la movilidad de Villalba, que se transformó en un blanco fijo y vulnerable.
Ante la pasividad del santiagueño, que sangraba en sus fosas nasales, el árbitro Raúl Ilvento le realizó la cuenta de protección. Fusilado y agonizando, el rincón de Villalba se apiadó de su entrenado y lanzó la toalla al 1´47´´ del quinto round.
Castro que elevó su récord de invicto a trece triunfos, seis de ellos antes del límite, piensa en desafiar antes de finalizar el año a Carlos Wilfredo Vilches.
E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
TAPIA AFIRMA SU CARRERA AL VENCER A ISASMENDI
Claudio Rosendo Tapia (56,700 Kg) y Gastón Sebastián Isasmendi (58,150 Kg) brindaron un semifondo equitativo, en donde extrañamente el estallido de la pelea conjugó con la falta de efectividad. Durante los primeros segmentos, el santiagueño fue el protagonista, pero Tapia le pagó con el mismo método para superarlo: velocidad de piernas y esgrima. A esto le sumó un poco de certeza y convenció a los jurados que lo proclamaron vencedor, en veredicto unánime.
Los desplazamientos ligeros de Isasmendi desbordaron al mendocino. “El Turco” insistió con el usual uno-dos. En la segunda vuelta usufructuó una desinteligencia de Tapia para acertar dos rectos en punta.
Con el tiempo y espacio prevaleció el santiagueño, mas cuando el antagonista lo presionó en el achique, el pleito cambió de dueño.
Al promediar el tercer asalto, Isasmendi titubeó en ataque y no pudo eludir las arremetidas del mendocino. Posteriormente, fue encerrado en el rincón y lo salvó la carencia de contundencia de Tapia.
“El Turco” salió ansioso por acometer al mendocino. Esa excitación, sin embargo, le jugó en contra. Sus golpes se extienden por el aire. Los roles se invirtieron. Tapia es quién recorre el ring y cabecea ante los puñetazos del rival. También utiliza las réplicas como herramienta ofensiva.
Luego la pelea se ensució con los roces de cabezas. Ante el desorden, Tapia fue apenas más efectivo que Isasmendi. Los jurados Ernesto Misray (57-58), Carlos Scarilli (57,5- 58,5) y Aldo Fernández (57,5- 59) se expresaron favorablemente al mendocino.
En las preliminares, encuadradas a cuatro round, el porteño Oscar Toscano se impuso en las tarjetas, por fallo unánime, al mendocino Ariel Ricardo Elías.
Fue una pelea pareja y trabada, en la cual ambos carecieron de sustento físico para explotar sus técnicas. La lucha se planteó en la media distancia y allí, dominó Toscano. Los jueces José Del Viso (40-38), Héctor Primerano (38,5- 38) y Arturo Villegas (39- 38,5) declararon ganador a Toscano.E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
"HAY QUE SEGUIR LUCHANDO"
Manifestó El Turco, en un mano a mano, tras escuchar el veredicto que lo dio perdedor.
Lejos de los flashes fotográficos, de los micrófonos y grabadores, Gastón Sebastián Isasmendi –acostumbrado al éxito- mastica por segunda ocasión en su trayectoria el amargo sabor a la derrota. Ante nuestro grabador, sus declaraciones retumban en el espacioso vestuario de la Federación Argentina de Box. “Fue una pelea ajustada. Muy rara y sucia, porque ha habido muchos roces de cabezas”, opinó “El Turco”, en plena soledad.
“En la corta distancia trabajó bien Tapia, pero los golpes más claros los he dado yo”, manifestó el santiagueño, que añadió: “Trabajé desde afuera. Buscando distancia. Distinto a otras peleas que no me dejaba encimar tanto. No sé qué me ha pasado. A lo mejor, por la última victoria por nocaut, me he confiado”.
Sobre el fallo que proclamó ganador a Claudio Tapia, expresó: “El fallo ya está dado. Para qué voy a acotar sobre algo que está consumado. Los jueces han visto ganador a Tapia y lo felicito”.
“Me voy tranquilo a casa, porque me he preparado bien para esta pelea. Siempre doy todo lo que tengo. Si hoy no ha sido suficiente, lo siento mucho por la gente y le pido mil disculpas”, afirmó con semblante adusto.
Isasmendi se sentó en una camilla y afirmó: “Ahora vamos a hablar con el promotor (Johnny Sosa) y ver que pasa. Si piensa que no va más,... bueno, no va más”. Enseguida aclaró que “No creo que me dé la espalda, porque haya perdido. En la vida se pierde y se gana. No soy perfecto, como cualquier ser humano. Hoy me ha tocado perder y le pongo el pecho a esto. Pienso seguir adelante, entrenando y peleando”.
“Un resbalón, como dice mi viejo, no es caída. Y no me siento caído. Estoy preparado para pelear con cualquiera. Así como he perdido hoy, a lo mejor mañana gane. Así son las cosas”, aseguró.
Asombra la retirada de este muchacho, que se presentaba como una de las figuras de la noche y se marcha en silencio. Pero Isasmendi sabe que de éstos golpes “se aprende” y confía en su capacidad para asimilar este tropezón y reivindicar su carrera.E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
ÁBALOS SUPERÓ UN OBSTÁCULO COMPLICADO
Claudio Ariel Abalos (70,300 Kg) vivió una de sus noches más intrincadas de su precoz carrera, puesto que lidió ante uno de los planteamientos técnicos más dificultosos para el hombre de Florencio Varela: un zurdo, representado en el bonaerense Lucas Damián Molina (69,650 Kg). No obstante, el pupilo de Daniel Saucedo se repuso de un comienzo irregular y fue el triunfador, por puntos, en decisión unánime, de un enfrentamiento explosivo. Además, mantuvo su condición de imbatible en tres pleitos profesionales.
Molina fue el dominador nato de la primera vuelta. Se adueñó del centro del ring y con el tradicional uno-dos, abortó los intentos del bonaerense.
Todo cambió en el segundo lapso. Abalos afirmó su ataque y trabajó con su jab derecho. Acertó dos ascendentes que aumentaron la algarabía de la popular. Sin embargo, su guardia –por momentos- baja fue un resquicio por el cual se filtraron réplicas de Molina. Sobre todo el cross izquierdo.
El intercambio de golpes en la media distancia se sucedió reiteradamente. Los pómulos de Molina se inflaron levemente en el tercer segmento.
En un momento, Abalos se soltó y mostró su capacidad. Al mejor estilo olímpico, embistió con derecha en punta y profundizó con su otra mano.
El entrenado por Saucedo aprovechó el mal sentido de ubicación de Molina para arremeterlo con un derechazo a la quijada y zurdazo al rostro.
El nivel de Molina decayó. Más aun después que un accidental impacto de cabeza lo hirió en su pómulo izquierdo, que requirió la observación del médico del combate. Impulsado por su propia hinchada intentó remontar la situación, pero ya era tarde. Los jueces Edgardo Colutti (40-37,5), Aldo Fernández (40-36,5) y Enrique Mataza (40-37) proclamaron ganador al invicto Abalos, que tiene entre sus metas consolidarse en el profesionalismo y alcanzar a combatir como fondista, para antes de fin de año.
E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
"LOS BOXEADORES ZURDOS ME COMPLICAN"
Reconoció, tras un analisis de su triunfo ante Molina.
Claudio Ariel Abalos (70,300 Kg) superó a una de sus debilidades: un boxeador de guardia izquierda como Lucas Molina. Tras conocer el veredicto que unánimemente lo anunció ganador, “El Chino” descendió del cuadrilátero y nos invitó a compartir la intimidad de su camarín.
Mientras Abalos se duchaba, su entrenador, Daniel Saucedo esbozó: “Cuando uno está acostumbrado a pelear con derechos y te toca enfrentar a un zurdo, un boxeador sale para el lado equivocado. Es decir, escapa para el lado que tendría que salir ante un derecho. Entonces siempre va a recibir el contraataque de un izquierdo”.
Al diálogo se sumó la voz del protagonista, Ariel Abalos, que opinó: “Los boxeadores zurdos me complican, porque estoy acostumbrado a pelear con derechos. Tengo variedad de técnicas para derechos, no para izquierdos”.
El muchacho de Florencio Varela aun tenía su mente en su victoria ante Molina. “Qué mal que estuve en el primer round. Pensaba: ¿qué estoy haciendo, éste no soy yo?. No me salía nada”, confesó con su hablar campechano.
“Después me tranquilicé y pude llevar bien la pelea”, dijo el invicto en tres presentaciones profesionales. “La resolviste bien”, agregó su DT.
“Me ayudó el trabajo que hice con los ganchos y la mano adelante en punta”, reflexionó el bonaerense.
Sobre el encuentro de cabezas que tuvo con Molina, arguyó: “Me agaché y quise hacer cintura y él me tiró el jab acompañado por su cabeza y me chocó”. Abalos detalla su explicación repitiendo corporalmente la maniobra y provoca la risa de los presentes a causa que el grabador no capta su esfuerzo por aclarar el hecho.
“Mi pelea número tres es como si fuera la primera, porque las otras dos las gané fácilmente”, reconoció Ariel, que fue interrumpido por Saucedo; “Tiene que trabajar para pelear todos los rounds, porque el nocaut es un accidente. Si viene, mejor”.
Su pupilo acotó: “Estoy muy bien entrenado y no estoy cansado”. Enseguida realizó una autocrítica: “Cuando retrocedo automáticamente bajo la guardia y por allí me comí el cross. Esto lo tengo que practicar: subir la mano para bloquear los cruzados”.
Sobre el entredicho que tuvo con Molina en el ring, manifestó: “No hay rivalidad. Esto es un deporte. Recién hablé con Molina y quiere que vaya a pelear a su pueblo... -entre risas- Ni que me paguen mil dólares voy a ir”.
No se barajan posibles rivales a futuro para Abalos, aunque se espera que en treinta días vuelva a combatir. “Lo estamos perfilando. Creo que hará tres o cuatro peleas más de acá a fin de año. Para el año próximo vamos a trabajarlo para que sea fondista”, aseveró Saucedo.
Aguardando el inicio de la pelea estelar, entre Victor Castro y Ariel Villalba, el diálogo se extendió en el tiempo. Una vez, vestido Abalos, juntos, compartiendo anécdotas retornamos al ring side. Allí nos dividimos. Nosotros continuamos nuestra labor y Abalos, acompañado por Marcelo Saucedo, se despidió con un apretón de manos y un “Hasta luego”.
E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
UN FALLO INJUSTO LE IMPIDIÓ CELEBRAR A SANABRIA
Francisco Humberto Sanabria (66,600 Kg) y el mendocino Marcos Federico Sara (65,950 Kg) fueron los encargados de inaugurar el festival desarrollado en la Federación Argentina de Box (FAB). El pupilo de Daniel Saucedo dominó los primeros segmentos de la contienda, pero le faltó resto físico para liquidar el pleito. El juez Aldo Fernández (39,5- 37,5) falló a favor de Sanabria, más sus pares Edgardo Colutti (38,5- 38,5) y Ramón Serdán (38-38) coincidieron en determinar empate, que fue la resolución definitiva.
Apenas sonó la campana, Sanabria dejó en la lona a Sara, mediante un cross izquierdo. Tras la recuperación del mendocino, buscó disminuir el aire de Sara.
El mendocino estiró sus brazos para alejar al rival. Sanabria impuso el ritmo y la emotividad. El bonaerense permitió realizar su labor a Sara, pero cada vez que apuraba, el mendocino sufría.
Sanabria se ahogó físicamente y no pudo concluir la pelea en las ocasiones que tuvo a su merced a Sara. Sin embargo, un veredicto injusto impidió festejar a Sanabria.
E-mail: morenolautaro@yahoo.com.ar
"SÓLO PIDO QUE ME SALGAN PELEAS"
Solicitó Sanabria, después de derrotar a Sara.
Sereno y moderado se veía a Francisco Humberto Sanabria en los camarines de Castro Barros 75. No estaba molesto por el fallo dividido que determinó el empate ante Marcos Sara. “Fue una linda pelea. Pensé que lo sacaba antes del tercer round, pero no se me dio”, declaró el representante de Florencio Varela.
“No me ahogué en ningún momento –dijo Sanabria -. En el tercero, sentí un cabezazo que me nubló la visión y prácticamente me hizo agua toda la vuelta”.
Su larga inactividad, casi un año sin ascender al cuadrilátero, “se debe a los manejos que hay. No se dan peleas o se caen a último momento. Necesito pelear, porque sino la experiencia no llega nunca”.
El hombre surgido del gimnasio de Daniel Saucedo no tiene mánager, a causa de que “No me conoce nadie. Recién estoy saliendo. Pienso que va a llegar alguien que me va a apoyar”.
“Hay que seguir trabajando”, repitió Sanabria, un obrero del gimnasio, que sólo pide que: “Salgan peleas más seguido”.
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